Por Bruno Ruiz
Riders on the storm
Vivir en la frontera, Tijuana. Trabajar en Estados Unidos, hacer la cola. El Gran Obstáculo. Aquellos que nos leen de tierras lejanas, deben entender el viacrucis de tener que incluir hora y media de tiempo personal, esperando dentro del auto.
Un amigo dice, ¡A ti te gustan los dolores!
Yo digo, ¡Los dólares!
Él dice, ¡Cuánta inspiración ha salido de este tema!
Yo digo, En la Universidad Roberto Castillo nos encargaba escribir un cuento acerca de la cola, como detalle regional. Luis Humberto Crosthwaite nos ofreció su versión dentro de su libro, Instrucciones para cruzar la frontera.
Hacer la cola en las mañanas. Unos van desayunando. Otros mantienen la mirada en el horizonte. Las mujeres aprovechan este tiempo para maquillarse. Llegan escurriendo de la regadera y allí se arreglan.
Siempre me intriga cómo una persona puede soportar hora y media dentro del carro, sin hacer nada. Es algo que conmueve. Probablemente van rezando el rosario, repitiendo mantras, escuchando un programa de radio. Pero la mayoría tiene la mirada en el horizonte.
Siempre me he dicho que haré una lista de sugerencias. Aquí va años de aprendizaje, para vuestro aprovechamiento.
—Lee. No sé cuántos libros he leído en la cola. Pero te puedo decir algo, si lees un libro por semana, en corto tiempo tendrás beneficios.
—Desayuna. En lugar de invertir quince minutos en tu casa, lleva el desayuno a la cola.
—Lee. Nutre tu vida de conceptos que te hagan una mejor persona. Aprende otro idioma, capacítate para otro oficio. Haz de ese tiempo personal tu espacio.
—Trabaja. Quizá hay forma de que puedas convencer a tu patrón de que desde ahí puedes hacer llamadas, redactar oficios, o cualquier otra labor administrativa.
—Escribe un diario. Escribe tu vida, tus anhelos, observaciones, sentimientos. Desahoga la frustración de tener que esperar hora y media en la cola.
—Ejercítate. Hay formas de ejercitar las piernas, los brazos. Hay posturas de yoga que uno puede hacer sentado. Ahórrate problemas de ciática.
Regresando al tema, mi idea era hablar de métodos para ahorrar el tiempo en la cola. Esto, porque más y más he visto a personas que cambian su auto por una motocicleta. Esto llegó al colmo cuando vi a una mujer cruzando a Tijuana en moto. Vaya, pensé, los tiempos, están cambiando.
La pregunta: ¿Cómo se van a maquillar? La respuesta: A quién demonios le importa. Cuando cambias hora y media de espera, por cinco minutos, algo me dice que dentro de poco veremos muchas motocicletas en la cola.
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