Por Wilfrido Ruiz
(segunda parte)
En el año de 1933, época incierta y obscura para el Rancho de la Tía Juana, un puñado de hombres de gran estatura y vocación de servicio, decidieron tomar en sus manos el destino de la región fronteriza, es decir, del Rancho. Asumieron el compromiso de luchar con nuevos brillos y sacar a Tijuana de una depresión económica fatal.
El Rancho de la Tia Juana esperaba un milagro. Ese milagro llegó mediante una tarjeta de presentación del General Plutarco Elías Calles para el entonces Presidente de la República, General Abelardo Rodriguez.
Hago constar que el General Plutarco Elías Calles, Jefe Máximo de la Revolución Mejicana, fue amigo personal de mi abuelo Tiburcio, quien gozaba de estima y de fama como el mejor peluquero de la Villa de Nogales, Sonora.
Pués bien, la tarjeta personal de presentación que provenía del Caudillo de la Revolución, decía: "Plutarco Elías Calles saluda a su amigo Abelardo y le recomienda favorablemente el asunto que le va a tratar Buchito".
Primero: ¿Quien fué el portador de la tarjeta? El portador de la tarjeta, fue mí padre. Su nombre: Wulfrano Ruiz González, Presidente de la Cámara de Comercio de Tijuana.
Segundo: ¿Cual fue el asunto? La entereza, la visión y el coraje de Buchito, sentó las bases para la instalación del Régimen de Zona Libre y Franquicia Fiscal. Con ello, Tijuana, se levantó de las cenizas. Se generaron mayores oportunidades de desarrollo y prosperidad económica y la creación de miles de empleos.
(Continuará)
No comments:
Post a Comment